Wednesday, April 26, 2006

El almuerzo del Domingo




Hablar de las películas de Matías Bize es hablar de la vida tal cual es, es hablar de espontaniedad, es hablar de soltura, de improvisación, de juego. Ver una película de Bize es una grabación tuya conversando con un par de amigos, con tu polola, con tus papás. Que mejor ejemplo que su primera larga duración, "Sábado", fuera grabada en un plano secuencial, 90 minutos de la vida misma. Pasa lo mismo en "En la Cama". Una conversación amena, fluida, distendida de dos personas que se conocen en una fiesta y quieren pasar una noche juntos. Por tener sexo, por tener compañía, por no sentirse solos, por no tener nada que hacer, por hacer algo distinto. Es una mezcla de todas y al mismo tiempo por ninguna. Se van a un motel por que la vida los cruzó. A medida que la conversación y la piel empieza a descubrirse, Julio Rojas, su guionista, nos muestra un mundo sencillo pero a su vez distinto, un mundo donde dos personas que van a un motel a tener sexo, terminan por encariñarse el uno al otro y disfrutan más de una buena historia que de un sexo más. De echo, Daniela (Blanca Lewin) solo puede cambiar 3 helados de chocolate con almendras, y no los 4 originales. Si bien para Bruno (Gonzalo Valenzuela) el sexo fue un arma incial, Bize nos muestra que ese no era el objetivo, solo un medio para llegar a sus más desgarradas historias, miedos y dolores. En la Cama nos demuestra que penetrante puede llegar a ser una ruptura cuando nunca hubo algo. Como las cosas se pierden antes de tenerlas, y que dolor nos deja.
Bien Bize, hiciste una película humilde, pero a su vez una joya. No pretendiste mostrar "sexo explícito", sino como dijo Gonzalo Frías, "cine explícito".
Ojalá hayan más "En la Cama". Bien Valenzuela, mucho mejor Lewin. Que cosa más estremecedora en una película que no querer que se acabe. Que no termine, que se sigan relatando historias y nosotros seguimos comiendo cabritas y tomando Coca-Cola.
Por que así es "En la Cama", tan relajado como un almuerzo el Domingo.
Con pijama y sin ducharte.

Monday, April 24, 2006

Un fin de semana amargo.



Ok, es una película original. Una dirección ágil. Me parece que nos vendieron demasiado la pomada con ésta película, que viene a "barrer" con la religión católica. Pero de verdad, ¿es tan así? ¿Los católicos quedamos aterrados con la película?, por supuesto que no, y es más, al contrario, a mi juicio Sergio Hernández (Marcos Padre) no es tan católico como lo quieren hacer parecer, el único personaje que veo más apegado a las costumbres religiosas es Coca Guazzini (Madre), pero desaparece muy rápido de escena como para afirmar tal convicción. La SF es sólo una película con una historia interesante, pero irregular, con vaivenes muy notorios. La relación Gay es ultra convincente, pero la frustración de Juan Pablo Miranda (Pedro), tiene lógica?. Hay demasiadas preguntas sin respuestas. Los prejuicios de las películas chilenas este año están siendo muy equívocos. Primero fue Fuga, con un presupuesto altísimo y una trama inconclusa, al igual que la partitura de Vicuña. Que la Sagrada Familia viene a arrasar con las convicciones cristianas. Me parece que este año los críticos han estado muy alejados de la realidad, o se equivocaron de película. Por que si Fuga era inconclusa, que queda para la SF?. Que mas inconcluso que lo que Cantillana (Marquitos) realiza un par de minutos antes que acabe la película. Que más inconcluso que la reacción de Miranda. Muy buena actuación de Macarena Teke (Rita), convincente en lo suyo, demuestra que la no-comunicación no existe, que no hace falta hablar para comunicar actitudes riquísimas, como la escena en donde sale fumándose un pito en el ocaso, espectacular. Patricia López (Sofía) actúa de ella misma, una mujer que no tiene pelos en la lengua y siempre con una actuación erótica por detrás. Una película a mi gusto demasiado de autor, no es casualidad que Sebastían Campos haya sido el Montajista de la película. necesitaba alguien más de afuera que le hiciera esa pega. "Un fin de semana para nada santo", como reza su slogan, le quedó grande.